06 febrero, 2024
Me vuelvo una y otra vez...
Me vuelvo una
y otra vez
y en el rastro
de las encrucijadas
en las que me detuve
no hay indecisiones.
Apenas asechanzas
absolutas y revolucionarias
que desconocían mi calle.
Tú ibas a caballo
y yo solo
quería anticipar
las multitudes
de puño indignado.
Aún hoy aprieto
involuntariamente
los dedos como
si sujetara aquel
cartucho de dinamita
alborotador y turbulento.
Pero los pájaros ignorantes
y adoquinados no se inmutan,
no temen que por mis ojos
corran vientos con la fuerza
tormentosa de los poemas
inspirados en el infierno.
No saben, no sospechan
que imaginando esos eriales
sube la temperatura
las nubes se desvanecen
y puedo aplastar infancias
05 febrero, 2024
Navegas sin temor...
Navegas sin temor hacia
un atardecer con más perfumes
e invocas
todo lo que de ti
se perdió
el sol
la bruma
una mañana perezosa
una noche bohemia
aquellos lápices
con los que dibujabas
tampoco recuerdas qué.
Y en esta
paz de contradicciones
no necesitas más velas
para poner los pies
04 febrero, 2024
Escribo “cuchillo”...
Escribo
“cuchillo”
y su filo inquieta
el primer y el último
verso como una línea
que divide
el poema
en dos
partes iguales
mitad vacío mitad
memoria guardada.
Con él hiero
mis seis años indiferentes
en aquel mítico Jardo
y nada es sangre
como si el ángel
de la guarda
en el que entonces
creía detuviera
el golpe.
Paso
entonces a la página
siguiente y las calles
resuenan como tambores.
Sé que ahora sí una
sílaba impía y hostil
podría romper todos
mis vasos sanguíneos
y no quiero
sucumbir