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15 diciembre, 2016

LAS MUJERES DE FELLINI



Quiero dormir
con mujeres reales
de pechos grandes
como matronas italianas
atrapadas en alguna alcoba
ficticia o en una ciudad
imaginaria deambular
por las calles oscuras
como una maraña de celuloide
y fotograma a fotograma
ir pintando en toda
la galería de rostros urbanos
la ilusión de haber sido amado
por las mujeres de Fellini,
de haber entregado demoradamente
mi inocencia de niño portugués
entre sus pechos grandes
y en sus vientres voluminosos
susurrar lácteas sílabas con las
que calmar la nostalgia.

13/12/2016
Salamanca




Habito un cuerpo de mediana
estatura  condenado ya hace
algún tiempo a los desfavores
de la edad pero a él regreso siempre
después de haber estado en el tuyo
como quien desvalido emigra
a un renacimiento forzoso, sin equipaje
sin más pertenencias que el propio nombre
con el deseo único de volver a tus ojos
renacientes para estar en ti otro
instante, desaparecer en ti
y permanecer inocente, puro
sin volver a tener conciencia
ni voluntad ni recuerdos.

Es verdad que después de amar
en ti a a las mujeres que no eres
regreso sano y salvo, sin el más
mínimo remordimiento, sin cicatrices
ni grietas en todas mis promesas.
Hasta soy capaz de unir en un solo gesto
los pasos sonámbulos y las sombras
de lo real y casi, casi, libertar
las acuarelas de la última batalla
para hacer de ellas una nueva intimidad
y de sus ojos, de sus cabellos, copiar
tu retrato más luminoso de mujer
humana y al fin y al cabo mía

13/12/2016

Salamanca

¿QUÉ LE DEBEMOS A LA REALIDAD?



¿Qué le debemos a la realidad?
¿Dos viejos
tomando el sol
a las dieciséis treinta
de este mes de diciembre,
apoyados en la puerta
de San Sebastián
mientras él pregunta
“Estás bien así”?
Por un momento
yo hubiera respondido
“¡Mejor sentados!”
pero nada debo a la realidad
aunque la piedra,
es cierto,
en estos días de niebla
no tiene escrúpulos
ni cortesías
amables con las
articulaciones
ni con los huesos
ni con los lagartos al sol.

9/12/2016

Salamanca

ENVIDIANDO LA VIDA


Para Vicente R. Manchado
 
Llueve por la calle Azafranal
y más allá, por la Plaza
del Liceo mientras  Vicente
pasa en dirección contraria
envidiando la vida
y yo me quedo meditando…
¿Qué tiempo éste irónico
que a ti te fatiga
regalándome un verso
y una felicitación navideña
y a mí me acompaña
a salvo de las flaquezas
del hombre, sordo,
es verdad, pero sin malicia,
apenas una muralla de cera
en los oídos y cierta melancolía
de cinco a seis.
                                   Después
el miércoles vuelve a ser
el mismo día
de todas las semanas
cada vez más corrientes.

14/12/2016

Salamanca
Nunca he figurado en la lista
registrada y oficial de poetas
ni en aquellas hogueras apenas combustibles.
Nunca me prohibieron fronteras
ni mi nombre navegó por heréticos índices
incapaz de alcanzar las orillas de la beatitud.

¿Ah, los caprichos distraídos de la poesía!

¿En qué momento se instaló en mí
el sobresalto de una humanidad
furtiva y desatenta?
                                   Mi vida hoy
¿es la que esperabas? Sin embargo
no cambiaría nada y escribo,
escribo porque estoy dispuesto a seguir.

13/12/2016

Salamanca