De aquellos
navegantes sublimes
volando sobre
las aguas
dignos de un
póster
en la puerta
de cualquier adolescente
a estos
corredores de fondo
resistiendo
hasta las últimas,
abandonados
por todos
y destinados
a encender la lumbre
con sus
medallas al cuello…
No recuerdo
haber tenido brújulas
ni otros
maestros con los que tener
largas
conversaciones sobre la
lectura
verdaderamente humanista
del horizonte
y sus metas.
Siempre
he preferido
el pecado de
unos labios húmedos
al barro
inestable amasado
con la
infidelidad arcillosa
en los
oropeles de los telediarios.
Preparémonos,
pues, amigo Erasmo para una muerte feliz
hagamos
balance y sopesemos la pureza
de vírgenes y
divinidades exigentes
dispongámonos
a ver pasar séquitos de huesos
multitudes
cargadas con sus baúles
y sus sueños,
a todos aquellos que detestaban
a los
imperfectos y a los heridos,
a todos los
que nunca tuvieron
otro camino,
otro farol y se miraban
únicamente en
las voraces proas
de las
hazañas ajenas.
¡Todo
mentira!
¡Detrás de
ese telón el tiempo
récord era
sólo cartón piedra e incertidumbre!
¿Y los
héroes? Personajes humanos, títeres
sin entusiasmo
pero capaces
de inventar
alegrías y hacer
que otros las
creyeran.
¡Todo
mentira!
De todos
modos mañana, amigo
Erasmo, este
alboroto de hoy
será apenas
incomodidades, otra fatiga
sobre el
respaldo del asiento
que doblarán
cuidadosamente como
quien se
quita un traje nuevo.
Salamanca 4C
21/11/2015
De "Conversaciones con ERasmo".
De "Conversaciones con ERasmo".