Mírame.
¿Puedes ver acaso
bajo las arrugas,
presentir tan siquiera,
que no hay afán indigno
ni quiméricos lienzos
cuando con estas palabras
te hiero el llanto?
27/01/1983 Salamanca
"La facilidad que tenemos de manipularnos a nosotros mismos para que no se tambaleen lo más mínimo los cimientos de nuestras creencias es un fenómeno fascinante". MURIEL BARBERY: La elegancia del erizo. Seix Barral, p. 117.
Mírame.
¿Puedes ver acaso
bajo las arrugas,
presentir tan siquiera,
que no hay afán indigno
ni quiméricos lienzos
cuando con estas palabras
te hiero el llanto?
27/01/1983 Salamanca
Las noches en que llevé
la desnudez en la
mano
y un inmenso labio
de cal narcisa,
tampoco supe qué
palabra
me prohibió
incendiarte,
ni qué vana memoria
me negó el rencor.
27/01/1983
Salamanca
Después de
este perfil,
de estos labios diminutos,
más allá...
no
hay nada,
nada que pueda llevar mi nombre,
nada que resista,
imperiosamente nadie.
26(01/1983
Salamanca
Espera.
¿No oyes
cómo bate la indignación
al volver la página
del agua fría?
Son vuestras voces
las que escucho ausente,
ese fluir perpendicular
de nadas y susurros.
Son el vano diálogo
de los ojos impasibles
y sin malicia.
26/01/1983
Salamanca
No es
mucho lo que he aprendido
después de recorrer los
aniversarios
de la materia:
tengo los mismos trajes
de imposible,
idénticas manos vacías
y un futuro mirar lejano
que tropieza arcaicos sucesos
y se levanta a media piel.
26/01/1983
Salamanca
Sumiso a
tu cuello
andará el pasado descalzo
llorándote los pechos
del dolor que ya no siento,
y de una remota Grecia
o ayer fue Lisboa,
se negarán las velas
a encender el viento
que te encumbre a la luz.
Delante de la piedra
se habrá la muerte
vestido de hombre
para visitarte las ingles
con el luto de la aventura
y publicar que otro sexo
te escribió sobre el mar y la luna
el eviterno saludo
de un para siempre
labio sombrío.
25/01/1983
Salamanca