Esta mujer
que nunca dirá que la
muerte
tiene voz de hombre,
hizo de sus ojos mi casa
y de la palabra en vano
mi mejor obsequio.
1/02/1983 / Salamanca
"La facilidad que tenemos de manipularnos a nosotros mismos para que no se tambaleen lo más mínimo los cimientos de nuestras creencias es un fenómeno fascinante". MURIEL BARBERY: La elegancia del erizo. Seix Barral, p. 117.
Esta mujer
que nunca dirá que la
muerte
tiene voz de hombre,
hizo de sus ojos mi casa
y de la palabra en vano
mi mejor obsequio.
1/02/1983 / Salamanca
Porque he liberado tu patria
de las extrañas brumas
que hacían vano mi sueño,
me afirmo sobre la tierra
y proclamo que la muerte
hoy cierra este umbral
cruzado para saber
que un eterno futuro
jamás tendrá forma
si los labios que lo escriben
no son las voces de tu nombre.
1/02/1983 / Salamanca
En vano me rodeé de metal
cuando presentí tus
ojos distantes,
porque ese mismo
hierro que te hería
después me desgarraba
el llanto.
1/02/1983
Salamanca
… Y sin
embargo
por estas caricias
anduvo la verdad
repartiendo promesas.
Entonces,
¿es transitorio el hombre,
o habré de negarme
la imposibilidad del olvido?
31/01/1983
Salamanca
Del
ausente signo de otro poder,
¿qué nos queda en la carne
sino una piel de recuerdos?
Y saber que la muerte no viene
sola,
¿qué síntomas dejó en mis ojos
para mirar la sepultura
en los intermedios voraces
como el mantel de la adoración?
31/01/1983
Salamanca
¡Quién me
diera
hacer de la realidad
otro imposible tacto
donde esta palabra sin voz
fuese invitación paralela
al tránsito de la muerte!
31/01/1983
Salamanca
Sorpréndeme el gesto
con una muerte
diferente
de geografías
inhóspitas,
para que un lecho
de vanas lecturas
no rija el sobresalto
de una hora triste.
31/01/1983
Salamanca