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29 enero, 2022

Para Antonio Sánchez Zamarreño (poeta fragmentado)

  

Devoré esta noche

tus fragmentos

y en algún instante

me visitó el ángel de las lágrimas.

 

Al amanecer volví

a sentarme a tu mesa.

 

Bebí apenas

los manjares de tu carne licuada

y a cada sorbo

hube de levantar los ojos

 

como tórtola que bebe

a sílabas un cuenco de amor.

28 enero, 2022

RENÉ ROBERT (IN MEMORIAM)

 

 “Me moriré en París, con aguacero,

Un día del cual tengo ya el recuerdo”.

César Vallejo



Seguramente

nunca imaginaste

en tus fotografías

como aquel poeta

peruano

en sus versos

morir

de frío

en 2021

en una acera

de París.

 

Tampoco llovía

tampoco era jueves

ni otoño

sino un

miércoles

anodino.

 

Mejor no desear

poéticas profecías

porque al final

el oráculo

apenas acertará

en que vas a morir

solo

en esta tierra

que ya ha perdido

el juicio y casi todo

especialmente

los sentimientos.

Salamanca, 28/01/2021, Invierno, viernes.

 

Araña

la ola

la piedra

roca o arenisca

de mar y agua y mar

con una insistencia

de monótonas crueldades.

 

Absorto dibujo

itinerarios de espuma

en un mar

azul y navegable,

sin barcos, ni sueños,

sin compañía.

 

Y bate en el mar una

ola y ciento de mar

terco mientras

se aproxima el horizonte.

27 enero, 2022

PARÁBOLA DEL PRESIDENTE SOÑADOR


Había una vez un presidente que quería
ser Dios y se acostaba a las diez de la noche
para soñar otra manera
de hacer lo imposible.

Quiso comprar todos los jardines
e hizo divulgar su poder
para controlar las manzanas
y también el barro de los escultores.
Pero en sus sueños sólo
halló flores de aridez.

Mandó sacrificar tórtolas
y también jilgueros
por si el espíritu fuera huidizo.
pero en sus sueños, Hitchkoc
era dueño de todas las águilas.

Entonces decidió ofrecer un hijo
con la secreta esperanza de
en sus brazos abiertamente crucificados
revivirse y renacer.
Y en sus sueños lo envió al Este, en busca
de espinos para su corona.

A pesar de las rasgaduras de vestimentas,
reyes y honorables jardineros
cedieron sus rosas y acacias
y rindieron su inocencia democrática
a los pies de sus sermones.
Aceptaron el bautizo de la pez
y los planos en colores para
la construcción imaginaria de una ciudad
blanca, luminosa, poblada de torres
gemelas, futuras
antorchas de los derechos humanos.

Pero en su sueño el hijo se hizo adolescente,
orgulloso y peculiar, y una noche
de cuerpos húmedos y confusos,
adivinó la metafísica de ser hombre
o mujer.
Narciso exacerbado
masticó su propia lengua y en
su autofagia convencida
creyó encontrar otro concepto
de resurrección, el valor
de la auténtica perpetuidad.

Sin hijo, sin recursos,
desamado de los continentes,
escarmentado de la familia
y de los jardines espinosamente barrocos,
saltó más allá de su propia sombra
y en un relámpago de dolorosa cordura
quiso imponer su fiereza tiránica:
desnudo y nuclear cubrió
los cultivos de lajas de penumbra
y los buenos recuerdos de atmósferas ominosas.

Oscuro, rojo, ardiente, gris el verano
se convirtió en una quemazón
y la tierra descarnada con sus laderas
cabizbajamente desnudas humillaron
la piedra calcinada.
Sobre ella,
lleno de poder y de lujuria, irguió
sus estandartes y se negó a despertar.

Esta historia no tiene moraleja,
pero sería tranquilizador pensar en un Dios
que no fuera desde un principio
tan fácil de imitar.

26 enero, 2022

Tu nombre empieza por B, como las hoces de un río, como los pechos de una mujer


Déjame entrar en ti

sin santo y seña,

sin arietes asediar

tu puerta, amarte

así, desvendado

de atabales y fanfarrias,

desnudo en las aguas

de tu río, como hijo

pródigo que regresa

aguas arriba, a la madre

que nunca quiso

ser ciudad.

 

Déjame así desear

permanecer y a la vez

estar viajando redondo

y eterno por tus vías plateadas.

Déjame absorto bajo los

naranjos y palmeras,

deleitado en la herida perfecta

que rasga la piel de tu hechizo.

 

Es domingo y quiero

en esta ternura fatigada

morder tu corazón, allí

donde tu nombre es absolutamente dulce.

25 enero, 2022

ASUNCIÓN DE LA IMPUREZA

 El mundo está triste desde ayer

o desde marzo y a ti te sobran ocho
dedos para apuntar un grito herido
que envenena la respiración.

Deformados por el odio los actos
son como manos acusadoras son
como un cuchillo que hurga
en esta estación larga, imperdonable,
amarga en sus horas centrales. Pero
ni siquiera el calor ha podido
rendir el prodigio de llevar
bajo la chaqueta unas alas plegadas
o de que a mediodía los obreros
empujen con gestos generosos
las palabras para ganar
la supervivencia con sudor y terquedad.

Todas las tardes, atados
a una noche que nunca termina
de venir, gozamos de intimidad
con los fantasmas, incluso
sentamos a nuestra mesa
pobres que ya perdieron no
se sabe dónde la generosidad;
poetas de lenguaje rabioso
que tratan de entender versos
para los que no hay respuesta;
ilusos absortos en la pura
contemplación de sus vísceras;
vendedores de nombres ignorados;
arrepentidos de pensamientos candentes.

Todo está hecho al tamaño
de nuestras manos, todo
es una necesidad de pertenencia,
de rumbo hollado, de miedo
a los continentes demasiado grandes
y a las lenguas enredadas, todo
se resume en la miseria obligada
de señalar hacia delante el estupor
de haber ingresado en la vida con sólo
esta carne
que nos habita como
a tantos otros
seres grises
que tal vez nunca tengan
un instante de luz.

A mí no me gustan los héroes
ni los hombres demasiado
humildes e imperfectos.
Tampoco profeso la vocación
liberadora del águila.
yo no sería capaz de cercenar
el dedo de los escalofríos
de ningún tirano,
ni las manos de ningún guitarrista,
ni siquiera reclamo venganza,
no pido redención. Ofrezco
cobijo a todos
los que aún no saben
que viven en un mundo
del que no hay escape.

24 enero, 2022

Ya sé que los héroes nunca hablan en las epopeyas de sus artrosis o de sus jaquecas

 

Ya sé que los héroes nunca hablan

en las epopeyas de sus artrosis o de sus jaquecas

A mi Padre

“Más a lo lejos el horizonte vive de sus enigmas”

Mario Benedetti.

Una tarde de agosto fabriqué un barco
de papel como se fabrica un recuerdo
y luego lo lanzamos al estanque detenido
de las utopías.
En él navegaban
tierras remotas aún por descubrir sin
arquitecturas ni huellas reconocibles
mujeres de labios gruesos que desearías
arrodilladas sumisas ante ti desnudas
aves del paraíso expulsadas de algún sueño
frutal.

¡Sobraban los alimentos!

Hubieras podido circundar el orbe
sin necesidad de apostar a ningún corazón
sin sentir sed sin desear decir
las sílabas de tu nombre a nadie
que no fueran las olas el viento
el rumor de un único deseo.

Hubiéramos podido juntos combatir
en Troya o cruzar el Rubicón embravecido
coronar el secreto del Panteón
o ladrillo a ladrillo erigir
una vía láctea y su biografía
en una gran manzana poblada
de rascacielos
o cultivando la tierra
saborear apenas una cereza a la sombra
de su árbol en una siesta duradera
mecidos por la ignorancia sin
otras necesidades que el concierto
de las calandrias o el rumor del agua
por entre los maizales una mañana
de verano caluroso eterno.

Entonces
le hiciste un quiebro a la muerte
en una curva que sólo las linotipias envejecidas
de mi primera lengua
recuerdan y de repente dejé
de interesarme por la papiroflexia
y por las cerezas.

Mudé
mi nombre a un lugar fronterizo
donde fui conquistado no demasiado lejos
de mi patria sin mí a la deriva.
Nadie derribó las antiguas estatuas
nadie borró los papiros y sus secretos de infancia
no hubo incendios que asolaran
la identidad de los zaguanes y los límites
del vocabulario nadie quemó los altares
de los dioses menores.
Fue apenas
una mudanza con todos los muebles
con sus esperanzas y sueños
pequeños proyectos que vinieron
con los hábitos y los años
algunos con sus frustraciones en el equipaje
y pequeñas grietas en las fotografías
como si el tiempo se empeñara
en desgajar de los retratos de
familia un primo lejano
o una hermana sepultada
en un Manaus mítico
girando eternamente sobre el Ecuador.

Voy a cumplir cincuenta y dos años
tengo dos nada poéticas
hernias de disco y una rotura
de menisco con una rima dolorosa.
Ya sé que los héroes nunca
hablan en las epopeyas de sus
artrosis o de sus jaquecas
pero ¿por qué había de ser menos
épica una lumbalgia que un
desgarro en el corazón?

Tal vez pueda daros
una respuesta cuando por fin
llegue al horizonte y
descifre sus enigmas.

23 enero, 2022

Haiku nº 3

 

Inacabable

la música compleja

de tus silencios.