Todas
las carencias que imaginaste
antes
de coger el tren del exilio
se
arremolinan aquí en el vaivén
de
las olas sin cálculo tercas
maridando
arena y piel desgastando
los
mapas de aquellas otras
vidas
que habrían podido ser.
No
recuerdas si te gustaba
la
música, cualquier melodía
que
hubiera convertido este nefasto
debut
en un extraordinario viaje
de
complicidades, de sensuales
detalles.
Todo se reduce al amor
truncado en esta nueva frontera
y
al olvido porque muriéndote
aquí
en este desembarco malogrado
ya
nunca podrás abrazar
el
universal sentimiento de sentirte
extranjero
en alguna parte
de
nuestra tierra.
26/01/2016
Salamanca