Olía el
monte a ignorancia,
el agua a perra fiel
y todas las aves eran mi nido
y nada había muerto.
¡Nada era más grande
que ser desnudo y tierra blanca!
18/02/1983
Salamanca
"La facilidad que tenemos de manipularnos a nosotros mismos para que no se tambaleen lo más mínimo los cimientos de nuestras creencias es un fenómeno fascinante". MURIEL BARBERY: La elegancia del erizo. Seix Barral, p. 117.
Olía el
monte a ignorancia,
el agua a perra fiel
y todas las aves eran mi nido
y nada había muerto.
¡Nada era más grande
que ser desnudo y tierra blanca!
18/02/1983
Salamanca
Se ensució la luna
los pechos en la
tierra
para invocarme las
lágrimas
y era mi padre
dormido
el que soñaba en alto
la eterna herida
de este Jardo
desierto.
18/02/1983
Salamanca
Si te
aúlla la luna
no descorras el agua,
porque esta noche
tu eres mi alcoba
y yo tu dueño
y tu tumba grave.
15/02/1983
Salamanca
Estas sábanas
huelen a paja fresca
como un altar
de nuevos sueños
para la harina roja
de mi nombre.
15/02/1983
Salamanca
Me desnudo
de las voces
impalpables de los vientos
y la peluquera de la noche
riza tu nombre de cristal.
Dime ahora:
perseguir mariposas
bajo las aguas del Coa,
¿te enseñó alguna vez
a mirar al hombre
con la compasión silenciada
de tus ojos adormecidos?
15/02/1983
Salamanca
Se te alargó la noche
hasta la lágrima
añorada de la muerte.
Se te caía el tiempo
entre un abrazo
y la
distancia.
Te lloró el labio
un ritmo de vals
y esta hija del aire
y de una sana mentira
te hará florecer los
pechos
que tu voz de hombre
no permitió.
Te pensaba desnudo
cuando la niebla era
un traje azul
y te hizo niño
antes que los
diminutos de la valentía
llamaran hoy a tu
puerta
sin las máscaras del
dolor.
13/02/1983
Salamanca
Si alguna
noche
bebí lejos la amargura
de envejecer sin ti,
desperté al alba
sobrio de recelos
y no había en mi mesa
labios que desayunar.
¿Puedes ahora
quemarme los ojos,
si soy una voz de perfil ancho
y no hay sexo que pueda herir?
10/02/1983
Salamanca