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14 mayo, 2022

 Estas calles están llenas de ti

para que mi huella las haga suyas

para que mis labios, enhiestos,

pulsen la calima de su empedrado

y hurten a su silencio

tu cuerpo diminuto y ausente.

13 mayo, 2022

 Son febriles

estos últimos días

de Mayo esclavos

y aturdidos en las barricadas

frente al letal invasor.

 

No hay esqueleto

acreedor que no se asome

a mis versos como

metáfora triste de sí mismo.

 

Desposeídos

de carne y nombre

aún se proclaman

con fuerzas para

escribir a mi lado

y excitados van de acá

para allá, reparando los muros,

acudiendo a la vigilancia

de las defensas cuando

un instante abandono

la pluma.

 

Al dictado

de sus manos compongo

sobre el rectángulo de una plaza

transitada

el ansiado sopor de los domingos,

las horas iguales bajo el reloj atento

a todas las invasiones,

incluso a las que no tienen disculpa,

algunos recordados olvidos

de sustancia angélica, pero

sobre todo, añoradas

rutinas de las cosas más cercanas

a nuestro amor.

 

A media tarde crece

la inquietud y los arcos

quieren estrecharse en una angosta

lengua para no desperdiciar las

sílabas. Nos apostamos entonces

silenciosos

en las trincheras

con los arneses ahítos

mientras tememos

el asalto de

los dioses de la sed

y la intemperie.

 

Antes de la noche

y del llanto de la arenisca

sus osamentas se van

sintiendo fatigadas:

no es que teman un final con furia;

no es que renuncien a la

reclamada venganza;

es el cansancio natural de los muertos

en un poema fáustico.

 

Yo asiento y me conformo

con su adiós pronunciado

en un eco, como si fuera

otro el que ahora parte.

12 mayo, 2022

 Me sangra este plural

de ínfimos fugaces

como un surtidor de burbujas

en manos de la noche

 

y maldigo su estribillo

hasta llenar de ausentes

los resquicios de mi patria.

 

Y ahora un llanto subterráneo

me sorprende la voz

y sólo puedo navegar tu nombre

cuando renuncio a la brisa

o el tiempo se oculta

de la mano del sol

tras la bruma del Mondego.

11 mayo, 2022

 

Estas lágrimas

de precipitado estiaje

arrastran calinas y eriales

a los brazos de la noche

rompiendo olas en los espejos

como un tambor fugaz.

 

Ayer visitaban las bocanas

de mi umbral y dibujaba

sinfonías distantes

en aldabas y saludos.

Mañana serán un cauce furtivo

una impoluta celosía

donde prender filtros

y cisnes de otro ramaje.

 

No quiero que me preguntes,

que invoques el duende

aluvial de mis relojes.

Sorpréndeme con silencios

y páginas amarillas,

con mocasines de lluvia

y lejanos iris olvidados;

rotúrame los párpados

cubiertos de carátulas

amargas y ofréceme

tu gravedad diminuta

pero la palabra

                                    nunca

porque entre los labios

y el paladar tengo

un bronce teñido

de sinsabores adánicos

y un aria tranquila

que se llame soledad.

10 mayo, 2022

SENTENCIA

 Todo está hecho.

Esperándome en la carrera de los relojes

mientras el llanto de las siringas

te fatiga el tacto

y el filo de mi raza

te descubre bajo el vientre

el acíbar remoto

de virgen dolorida.

 

Mañana se inclinarán las riberas

para acunar el temblor de tu piel

mientras transcurre el tiempo

y te crecen bajo los párpados

raíces de mi sendero.

 

Paso a paso la lluvia

nos enfrenta a los vientos

desnudándonos la piel reñida

de aristas hirientes

y espinos metálicos

hasta que el soplo de la distancia

se desmiente en tus manos

y los enjambres del olvido

se acunan en remotos campanarios.

09 mayo, 2022

 Aquella noche

soñé contigo.

Volvías vestida de negro

y yo te desnudaba

con las uñas rejuvenecidas

en un afán de arrancarte el luto

Te susurraba lluvias de cristal

y hacías de mi aliento

ramos de caracolas

donde encerrar el mar de tus besos.

Suave remontabas mis cauces

y te acunabas allí

donde los abecedarios

se hacen ligeros y la noche

es un relámpago fugaz.

 

Después despertaron los adjetivos

y eras un rosario distante

prendido de mis párpados

al que escribo cada tarde

para mañana levantar en tu piel

altares de amapolas

y sinfonías del misterio.

08 mayo, 2022

JOSÉ HIERRO (IN MEMORIAM)

 Se ha muerto un poeta.

Y con él Hierro,

José, Pepe,

el propio y los ajenos

y el nombre

de tantas cosas a las que daba

sentido.

Salamanca

21/12/2002