Para
Vicente R. Manchado
Llueve
por la calle Azafranal
y más
allá, por la Plaza
del Liceo
mientras Vicente
pasa en
dirección contraria
envidiando
la vida
y yo me
quedo meditando…
¿Qué
tiempo éste irónico
que a
ti te fatiga
regalándome
un verso
y una
felicitación navideña
y a mí
me acompaña
a salvo
de las flaquezas
del
hombre, sordo,
es verdad,
pero sin malicia,
apenas
una muralla de cera
en los
oídos y cierta melancolía
de
cinco a seis.
Después
el miércoles
vuelve a ser
el
mismo día
de
todas las semanas
cada
vez más corrientes.
14/12/2016
Salamanca
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