Paseo
a la hora
en que las calles
se recobran de los
sufrimientos
infringidos durante la noche,
bajo
una mañana
delicada como
la flor de los naranjos.
Soy
un hombre feliz
en estas
calles de caramelo
y mis pies no hieren,
no abren surcos en
el empedrado.
Voy recogiendo varias
manzanas
incendiadas
después de mordidas por
una mujer y lágrimas
perplejas, ávidas
de sueño.
La ciudad
es como un mar
sin barcos
y en esta envolvente
soledad
compacta de muros
que sólo las campanadas
de la torre
estremecen
ser hombre como
los hombres
es más fácil
y hasta apetece.
"La facilidad que tenemos de manipularnos a nosotros mismos para que no se tambaleen lo más mínimo los cimientos de nuestras creencias es un fenómeno fascinante". MURIEL BARBERY: La elegancia del erizo. Seix Barral, p. 117.
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03 julio, 2008
Soy un hombre feliz
Doctor en Filología (1992), Universidad de Salamanca.
Profesor de portugués desde el curso 1988, su actividad docente transcurre repartida entre el cuerpo de profesores de Escuelas de Idiomas (del que es titular desde 1991), y la Universidad de Salamanca (prof. Asociado en el área de Filologías Gallega y Portuguesa, Deptº de Filología Moderna hasta 2023).
Paralelamente a estas actividades ha impartido numerosos cursos y seminarios de portugués y didáctica de la lengua portuguesa con una serie de publicaciones pioneras en su campo (fundamentalmente material docente para la enseñanza del portugués a hispanohablantes), así como diversos artículos sobre literatura y cultura portuguesas, un diccionario de Falsos Amigos, etc.
02 julio, 2008
“La agridulce piel de las apariencias"
(Para Paco Bringas)
Cuánta fragilidad en la mano
que descubre las cosas sencillas
de la tierra, del agua, del árbol
y la presencia insospechada tras el ojo
de la irremediable tragedia de solo
ser feliz a retazos!
La luz y la sombra han dejado
sus marcas en los resquicios
de esa piel de agriculdes apariencias
mientras los líquenes se aferran a las piedras
y guijarros como manantiales pueblan tu casa.
¡Nada amarga tras tu puerta
ni el pan ácimo de las tomateras
y yo insisto en llevarme el vinagre que te sobra!
A cambio te dejo música, fados antiguos
y olivares licuados donde el oro persiste
incluso en la noche más vulnerable.
Ya sabemos que la ciudad ofrece pocos hombres
pero existe la palabra, la carne,
el hueso en la palabra, la grasa,
jirones de piel en la palabra, casi
lengua agresiva.
Muéstrame, te pedí, cómo
dialogar con la arenisca
piedra y tu me trajiste
un ramillete de hierba
luisa.
Doctor en Filología (1992), Universidad de Salamanca.
Profesor de portugués desde el curso 1988, su actividad docente transcurre repartida entre el cuerpo de profesores de Escuelas de Idiomas (del que es titular desde 1991), y la Universidad de Salamanca (prof. Asociado en el área de Filologías Gallega y Portuguesa, Deptº de Filología Moderna hasta 2023).
Paralelamente a estas actividades ha impartido numerosos cursos y seminarios de portugués y didáctica de la lengua portuguesa con una serie de publicaciones pioneras en su campo (fundamentalmente material docente para la enseñanza del portugués a hispanohablantes), así como diversos artículos sobre literatura y cultura portuguesas, un diccionario de Falsos Amigos, etc.
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