Esta
manera de decir
las
piedras, los árboles, las gentes,
este
misterio que fecunda
los
racimos de los simples
significados
de las cosas
es otra
forma de estar solo,
de dar al
desorden de la carne
el ser
caótico y pensativo
de
naturaleza urbana.
10/05/1988
Salamanca
[El absurdo libro de la ciudad]