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27 enero, 2016

No hay
ni siquiera amores
perros, sólo perros
que ladran
perros detrás de
la puerta avisando
del peligro
de molinos ciegos
de un odio sin memoria.

No habrán de dejar
que te arrimes no
te acogerán en sus brazos
apenas un aspaviento excesivo
y te sentirás derribado
no por un molino
sino por estos irrespetuosos
contratiempos que nada saben
de caballeros  así perdido
en este laberinto moderno y fantástico
los demonios se irán tornando
tolerables y tus andanzas
cada vez más ajustadas a las
susceptibilidades de vírgenes imaginarias.

¡Ojalá mi mano pudiera empuñar
tu lanza y ocupar tu lugar
y día tras día errante
renovar mi lírica con un golpe
relampagueante hasta morir
con los recuerdos intactos!

25/01/2016

Salamanca

26 enero, 2016

EN VANO


“Menos mal que mañana
o a más tardar pasado
(…) despertaré alegre y solidario”
MARIO BENEDETTI


Un grito
afilado puede
atravesar mi corazón
como un cuchillo
de profundas raíces. Pero
si no sangro tu voz
se habrá derramado
en vano.
                     Tu mano
temblorosa puede
tenderse anhelante
hasta rozar con las yemas
mi brazo solidario, pero
si contigo no cruzo
esta frontera de sílabas
tu gesto se habrá reducido
en vano
a un ciego silencio de dedos
y uñas huérfanos.
                                      Tus pasos
por estas calles, vacilantes,
sin rumbo, asaeteados por las espinas
del empedrado, tercos siempre
hacia delante, queriendo llegar
a mi casa, pero
si mi umbral permanece escurridizo
y cerrado serás
uno más de la fila,
como un barco
sin velas en el horizonte.
                                           Tus nudillos
toscos y solitarios
desgastados por las alamabradas
saben que les van a cerrar todas las puertas
pero si no asaltaran de nuevo este cuadrilátero
peninsular todos los sueños habrían sido
en vano.
                            Las malas noticias de los telediarios
no son cartas deseadas, no las escribiste tú, no las
repartió ninguna paloma mensajera,
se han introducido irritantes
en mis bolsillos como un mazo de angustias
que me oprimen hasta la pelvis
                                                      pero si el televisor
no estalla en astillas violentas como un pedernal
herido y el cielo se derrumba como el techo
de una casa fría y abandonada
                                                             en vano
habrá sido todo
                                   incluso el escándalo de los ojos,
la indignación de los oídos, el sobresalto
en vano del corazón, la consternación
de las manos encallecidas, en vano el enojo
de la médula sobresaltada como un escalofrío
que recorriera el íntimo esqueleto de mi solidaridad.

¿Qué ángel sin alas, siniestro, se posa sobre mis
hombros al paso de las deshumanizadas esquinas
y me susurra que aún es posible alterar
el buen orden y disposición de las cosas,
que hay espacio en nuestros días
para que otros sueños hambrientos se alimenten
de nuestros sueños confortables?

¡Quizá me haya idealizado demasiado!
¡Quizá estos versos no sean más que
otro juego verbal para no decirte la verdad
o para no llorar de vergüenza!
                                                      ¡En vano!

Salamanca

25/01/2016