infantil
al final
cristina
K. no
se
convirtió en calabaza
y
se quedó hasta
las
tantas en
la
Plaza de Mayo.
Pero
ningún príncipe
la
sacó a bailar.
Salamanca
10/12/2015
"La facilidad que tenemos de manipularnos a nosotros mismos para que no se tambaleen lo más mínimo los cimientos de nuestras creencias es un fenómeno fascinante". MURIEL BARBERY: La elegancia del erizo. Seix Barral, p. 117.