Reafirmar esta condición requiere una continuidad. Los inviernos,
es cierto, son también inevitables, aquí, como en cualquier actividad. Puedes
ser filólogo, camarero, siempreenamorado,
lector voraz, pero Poeta… se necesita escribir; y antes haberlo sentido; y
antes, la zambullida en las fuentes del misterio; y después, la fugaz
satisfacción que precede al ansia de volver a empezar.
1/11/1985
Salamanca