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31 diciembre, 2021

SIN TÍTULO

  

E

l conductor también es un sucio egoísta. Se aprovecha de la soledad, de todos los lugares, de las cosas, hasta de sí mismo. Sabe pedir y solicitar copias de papeles, de videos, y promete. Para ello se apresura a fotocopiar algo que otro le fotocopió antes, después de pedir, naturalmente, y de ofrecer, claro, en la esperanza de establecer el compromiso, la deuda que obligue, que empuje a las copias de papeles, de imágenes, a venir hasta él.

[Los viajes entretenidosBadajoz, 12/12/1989

 

28 diciembre, 2021

SIN TÍTULO

 

D

isfruta usted del paisaje?

– ¡Hombre, sí! ¡Pero disfruto más comiéndome una docena de ostras!

– Viciosillo del marisco, ¿eh?

– ¡No, no! ¡Que va! Por decir algo. También hubiera podido contestar que me resulta más satisfactorio ronronear por la espina dorsal de una morena de Bahía, o, acodado en el balcón del noveno, escrutando cabecitas paseantes por la Avenida de Colón, adivinando cuántos centímetros de altura coronan las cabelleras, o especulando acerca de la moda invernal en peluquería. La verdad es que nunca me acodo en el balcón del noveno porque vivo alquilado y soy remiso a compartir mis ensoñaciones con la patrona. Y tampoco conozco ninguna mulata brasileña para sentirme felino meloso por su espalda.

– Pero entonces, ¿las ostras?

– Tal vez sea el exotismo. O la delicia de sentir aguarse la boca al representar el limón lloviendo sobre el habitáculo de nácar. En realidad preferiría exprimir media tonelada de limones sobre el cuerpo desnudo de una venus estática sobre un bidet.

– ¿Una venus negra?

– Sí, ¿por qué no?

– Pero resultaría imposible engullirla de un bocado.

– ¡Claro! Es que las venus negras le empequeñecen a uno la boca y no sirven para los cuentos de lobos, aunque se las rocíe bien de jugo de limón.

– Seguramente es usted un buen gourmet.

– ¡Nooooo! Yo en estas cuestiones de la cocina soy como muy conservador. Entro mal por los platos nuevos. A mí una buena legumbre y buenas carnes, pero poquitas.

– Pero ¿a que le gustaría un buen combinado de Boticcelli adornado con tanga de calas desiertas y pepitas de limón brillantes y aceitosas?

A esa pregunta ya no me contesto.

 [Los viajes entretenidosBadajoz, 09/02/1988

27 diciembre, 2021

EN DIRECCIÓN A CASTILLA

  

I

ntroduzco Extremadura entera en el asiento de al lado y dejo que se levante las faldas hasta donde las lenguas cenicientas de los eucaliptus puedan lamer la desnudez de sus ingles, allí donde no llega a ceñirlas la seda. Poco a poco, en espasmos crecientes, va adquiriendo un color verdusco, casi pelusa, casi norte abrileño regado por la saliva de otras mil lenguas. Pero no soy capaz de soltar las manos del volante, de deslizar los dedos por su triángulo virgen y ensortijado, rabiosamente desconocido. No soy capaz de desear aminorar la prisa, de detenerme en la cuneta para introducirme en ella. Hay algo más arriba que me obliga a acelerar en dirección a Castilla.

 [Los viajes entretenidosBadajoz, 08/02/1989

 

25 diciembre, 2021

SIN TÍTULO

  

C

Curva a curva devoro el cuello del Tajo mientras espío a la izquierda su vientre abultado y a la vez desnutrido. Me detengo en el primer alto para masturbarme sin miramientos, ignorando las bocinas, las fugaces muecas de asombro y desprecio. A veces levanto el puño obscenamente y les grito que por estos parajes hace tiempo que no llueve. Pero es inútil. Se alejan demasiado veloces a lomos de su vergüenza, sabe Dios haciendo qué comentarios, cuántas cruces. En realidad no me importa. Sólo lamento la pérdida de concentración y el inevitable retraso en fecundar las estériles laderas de granito.

[Los viajes entretenidos]

Badajoz, 03/02/1989

24 diciembre, 2021

FANTASÍAS

 

P

ienso en la posibilidad de llevar una mujer al lado en este viaje y, sin darme cuenta, se me dispara la imaginación en una galopada frenética. Los neumáticos pierden adherencia y puedo soltar las manos del volante para acariciarme la nuca y el pantalón. El resto es tan sólo velocidad: la sombra de los eucaliptus que lame en un vértigo sus piernas de seda negra, que desliza el filo de sus hojas cenicientas por las medias enmarcando la desnudez del muslo; los falos telegráficos que acarician la pulpa de su carmín aberrante y abierto, ansioso; el aleteo desganado de cualquier merodeador que se eterniza un segundo sobre sus agrietados pezones; y la música de Bach, ensortijándose morosa en el triángulo de sus braguitas.

Las mujeres que viajan conmigo llevan siempre medias y una transparencia interior que hace de su ropa una melodía de fugas a ciento cincuenta por hora. Adoran la fuerza centrífuga porque hace huidizos sus hombros, sus pechos desnudos y les proporciona un recato momentáneo de doncellas pudorosas.

Las mujeres que viajan conmigo aborrecen las buenas suspensiones que las ofrecen sin miramientos al deseo desnudo y brutal de la contemplación angular.

[Los viajes entretenidos]

Badajoz, 01/02/1989

 

22 diciembre, 2021

SIN TÍTULO

  

A

l conductor le gustaría ser minucioso y detallista, contar anécdotas graciosas que oyó repetir a alguien que las había oído de labios de otros; describir arquitecturas y paisajes humanos y poner muchos nombres de cosas y muchos nombres de personas.

Pero se pierde por los intrincados caminos de la memoria.

A veces piensa o cree pensar en el video y se consuela con no ser un Berckford o un Wraxall, o un... Por ejemplo, ese señor al que recientemente le han dado el Nobel y que no le apetece mencionar porque lo estima y ya me lo están manoseando demasiado.

Es muy suyo el conductor en estas cosas.

También le gustaría ser historiador, anecdotario, y un banco de datos, pero se le ocurre que de eso ya hay mucho y sirve de bien poco. Así que prefiere seguir como hasta ahora y allá los demás.

Lo que realmente le preocupa es que últimamente haya pocas mujeres que se introduzcan en el asiento de al lado para hacerle compañía. Eso sí es realmente peligroso, probablemente síntoma de cansancio o incapacidad para ramificar las manos y la atención.

[Los viajes entretenidos]

Badajoz, ¿/?/1989

20 diciembre, 2021

UNA DE BANQUEROS

  

A



ti qué te gustaría si pudieras ser mayor?

– Hombre, me pones en un apuro, pero si de verdad pudiera serlo, a mí lo que realmente me gustaría ser sería banquero.
– Mira que últimamente están muy mal vistos. No me extrañaría nada que llegaran a quemar alguno para escarmiento.
– Bueno, pero ¡¿y lo que disfrutan!?
– Claro, eso sí. ¡Disfrutar, disfrutan un rato!
– Sobre todo sabiéndose menú del día. ¡Estaría bueno! Llegas al corrillo de beatas y les dices, “¡Pónganme una de banqueros!”
– No tenemos. No nos queda.
– ¡Cómo que no tienen! Pero, ¡¿qué desfachatez es esta?!
– Verá, lo siento. El último se lo llevó una señora de Trujillo... Eso sí que daría rabia, eh?
– ¡Hombre! ¡Vaya que sí! Pero lo mejor de todo son los banqueros a la campestre, para las tardes de excursión, bien envueltos en una página de sociedad y con saborcillo a imprenta familiar y a titular reciente. Eso, entre las sombras de un pinar como éste, tiene que quedar como muy bucólico.
– ¡la lástima es que sea un poquito indigesto!
– ¡Hombre, no será tanto! Lo que pasa es que a usted todo le repite enseguida. Pero eso, con una buena cucharada de bicarbonato o de sal de frutas y unas cruces queda arreglado y santas pascuas.

[Los viajes entretenidos]
Badajoz, 14/02/1989

 

17 diciembre, 2021

EL VÉRTICE DE LA MIRADA

  

E

l ojo es fugaz. Pasa sobre las cosas como el desdén por los recónditos deseos inalcanzables y sufre la demora como un miedo subterráneo y trémulo, padeciendo la tiranía de las manos.

Las manos son dos garras estúpidas aferradas al círculo vicioso de la fuerza centrífuga, empeñadas en que la línea recta es el camino más seguro desde el inicio hasta el final del viaje.

Y así, entre las obsesiones, miedos, prisas y dinámica elemental, el mundo es una sucesión ignorada de manchas de casas, de sombras de árboles, de esqueletos de gentes, que se asoman curiosos al vértice de la mirada y desaparecen en una ignorancia tácita y a veces premeditada.

Toparse con la realidad está prohibido, o al menos no es aconsejable (ni por las normas de circulación, ni por la fragilidad de la carne). Pero, de ser inevitable, es aconsejable mostrarse cortés, no ser rudo, darle conversación (sobre el tiempo, la última película, el debate sobre el Estado de la Nación o cualquiera de las mil cosas que interesan a una realidad intrusa). Y, sobre todo, ser anfitrión modélico, de esos que incluso en aras de la hospitalidad están dispuestos a ofrendar sus despensas, sus casas, sus hijas, sus mujeres y la colección de sellos heredada en la infancia.

¿Por qué le gustarán tanto a la realidad las colecciones de sellos?

[Los viajes entretenidos]

Badajoz, 13/02/1989

16 diciembre, 2021

ELVAS

  

E

l conductor piensa que el intercambio de las princesas de 1727 es un símil poco afortunado a la hora de coger una caja de leche o un paquete de azúcar, o una cajita de palillos, que también es más barata en escudos. Pero como aún no le preocupa ni la economía ni las buenas o malas metáforas, prefiere dejar el coche y pensar en Bárbara B. o en Marianita V. hablando en sus cartas a Isabel de F. de su aburrimiento, de sus menstruaciones y de lo mucho que era amada por su príncipe azul del Brasil. Resulta sorprendente su candidez en contraste con el papel desempeñado en la vida portuguesa de la segunda mitad del siglo. Pero el conductor se niega a hablar de estas cosas, porque siente un gran respeto por la locura y sus adeptos. Prefiere hacer una apología del trueque, que es una cosa tan sencilla como yo te doy y tú me das y de mutuo acuerdo nos engañamos, pero poquito. Me pregunto si Bárbara B. o Marianita V. tuvieron en algún momento a orillas del Caia complejo de mercancía. Probablemente no, porque todo fue muy bonito, con música, luminarias y fuegos de artificio, arcos triunfales a su paso y otros divertimientos sin fin; porque hasta un trueque de princesas hay que mojarlo y regocijarse con el buen negocio.

Bárbara B. debía ser el coche a estrenar que el conductor viajero nunca hasta ahora ha podido disfrutar, aunque no pierde la esperanza. Pero Marianita V. era perfecta para el regateo, sobre todo porque el rey de Francia de los romances primero dijo que sí, que era una novia muy requetebonita, pero después vino la pelotera y te devuelvo a tus papás por una rabieta y una piel norteña menos castigada por los rigores del clima ibérico. Afortunadamente a los príncipes azules aún no se les había planteado la cuestión, el delicado quid de las primeras y segundas manos. Aunque claro, en honor de la historia y de la limpieza de intenciones de los productos reales, el conductor debe retractarse y decir que los autoservicios no existían en aquella época y que, por tanto, como mucho, el producto podía ser calibrado en algún juego del escondite o en algún momo desenfadado. ¡Candoroso lo de los momos! ¿O debería decir carnaval? ¡Lo mismo da! A nuestro amigo tampoco le preocupan los anacronismos, sobre todo cuando siente admiración por lo vetusto y se extasía ante una muralla o el relato de un cronicón.

[Los viajes entretenidos]

Badajoz

12 diciembre, 2021

Reflexión sin detalles sobre un batacazo a media noche

 

E

sta noche estoy rabiosamente despierto. He apretado con ternura protectora tu cuerpecito temblón contra mi pecho y se me han saltado dos lágrimas como dos elefantes que me han resbalado por el apelativo de padre velador de tu sueño.

El golpe, la alarma, la carrera, el descubrimiento, el susto… sólo es una nimiedad que va a aplacarse con unos susurros y un beso en la nuca. Al final vuelves a sumirte en el sueño y esta caída de la cama pasará al pequeño conjunto de cosas a olvidar, de cosas que dentro de unos años, cuando pretendas tener conciencia de un yo memorizado y con prehistoria onírica, danzarán en el fondo de tu obstinación por retroceder cada vez más en el tiempo, de ser más antigua.

¡Lástima!

¡Lástima que ese conocimiento, esa comunión uterina del mundo se quede en nada! ¡Lástima también que después de esos primeros nueve meses, luego, los (¿dos, tres o más?) años siguientes estén destinados a perdurar sólo en un lazo de afectos entre tú y Ella, tú y yo, tú y ciertos objetos inevitables! Quizá la fotografía, y el cine (¡Quién sabe cuántas cosas más!) se inventaron para suplir ese agujero negro de los primeros tiempos. Gracias a ellos un día podrás verte con un orinal en la cabeza, comiendo tu primera papilla sola, posando por primera vez; y oírte cantar fragmentos de canciones junto a la voz solícita e insistente de mamá, esa voz orgullosa, sabedora de que está atesorando una reliquia más para mañana, cuando también nos sea difícil pensarte como ahora.

Y así, volviendo siempre el recuerdo atrás, uno se da cuenta de que hay otras lagunas, de que el ayer mismo está roído en sus más elementales cimientos y que lo que hay dentro de la caja es el paupérrimo tesoro, los restos de antiguas glorias.

¿Y qué hacer?

¡Nada!

Esperar que te caigas otra noche de la cama, perder el sueño en el susto tiritante de tu llanto y anotar en cualquier papel que tengas a mano cosas como “papá, papito, pai, guaro, no schupes, mimeao toda”, para que algún día no nos desesperemos arrancándonos de los labios algunos horribles y manidos “¿recuerdas?

Salamanca - 23/04/1988

25 noviembre, 2021

25 de noviembre Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las mujeres

 ¿El lobo que hoy

no mata

un cordero dócil,

decae del criterio

que se le tenía?

¿Y si se tornara

vegetariano? ¿Sería

despreciado?

¿O tendría inofensivas

fechas

en el calendario de esas

sin trágicas conmemoraciones?

24 noviembre, 2021

TRENES Y TEATRO

A

 las estaciones de tren les pasa lo que al teatro: si te inclinas por la perspectiva de los bastidores, de la trastienda, pierden su encanto, la magia de ese algo arropador, envolvente, que es capaz de mantener incólumes las máscaras de los que transitan delante de nosotros mientras (de paso) accionan los cuerpos que las llevan. Así los raíles dejan de ser paralelos, se hacen picudos en un amor caprichoso y fugaz y se dispersan de inmediato, siempre por el mismo camino, pero sin volver a tocarse hasta el próximo arrebato o hasta la siguiente desviación.

Por aquí al lado circula el materialismo del hombre. Y el hombre mismo es una herramienta con horario prefijado. Los vagones se suceden. Entran y salen. Componen largos gusanos metálicos. Permanecen unos segundos con la incógnita de sus interiores y desaparecen en aquella curva próxima al Uribarri, desnudos, vagones otra vez, como un actor que a los lados del escenario fumase displicente, ajeno al penúltimo acto, sólo esperando, reposando en torno a la tramoya artificial de las últimas casas, soltando los chirridos de costumbre a un farol ensimismado que ya no se sorprende ni siquiera en el desenlace porque hace mucho, mucho que nos olvidamos del estreno. 

Salamanca - 20/10/1987 

22 noviembre, 2021

Recuerdos polvorientos de un desván

L

a luz de los quinqués volvió a pasearse por entre los tesoros de aquel desván de nuestra primera casa lusitana: la gramola descomunal y silenciosa, siempre aquejada de sordera, aferrada a aquel embudo de apenumbrados abismos, con aquella uña feroz, más aguja de coser burdas arpilleras que mágica orquesta; las pilas de inútiles discos de pizarra, también descomunales, que a veces cobraban repentina vida y volaban silbantes por el aire enrarecido y denso, emulando hazañas olímpicas de discóbolos u otros atletas de los que desconocíamos el nombre; los cartuchos vacíos a la espera de albergar en su seno cilíndrico un puñadito de pólvora, un puñadito de perdigones, y unos simpáticos aritos de cartón que corrían entre los dedos de mis hermanos en un presentido mercantilismo desinteresado o, simplemente, anillo de compromiso para nuestros dedos ansiosos; y el maíz desgranado de los rincones, brincando por los costales de los sacos para jugar amarillento y sonriente por entre el polvo de la madera; el olor a viejo del entarimado, hirviendo, sin embargo, de una desconocida vida, como si un roer continuo lo estuviese animando y, a la vez, deshaciendo por dentro, en una vejez inútil y sin proyectos; y aquel balcón siempre cerrado, estrecho y sin horizontes, acodado a la higuera del patio de enfrente, promesa de desgracias sin fondo y, por eso mismo, manzana tentadora.

Y al cabo, la sombra fue persiguiéndolos a todos, empeñada en arroparlos en su gris, tristón y desganado abrazo, como un olvido que de repente se presentara sobre el techo de la aldea y diluviara sobre los cuerpos, sobre el alma, sobre los otros que fueron, y estos recuerdos de hoy. 

16/10/1987

17 noviembre, 2021

¿Es necesario que el tiempo nos devore?

 


Al año siguiente no volvimos. Ni al siguiente tampoco. Por más que nos lo propusimos, por muchos planes y promesas que nos dimos en torno a la mesa de un café, sentados en algún banco del parque o en cualquier acera de las del barrio, los meses se fueron descolgando de la pared de la cocina, y no volvimos.

Un calendario sustituyó a otro. Y al final, cuando la casualidad nos reunía en lugares que no tenían ya nada en común con nosotros, con los nosotros de entonces, nos dimos cuenta de que nos habíamos ido distanciando y que aquellos días se habían instalado, como una barrera, como un muro infranqueable entre nosotros.

Entonces se impuso olvidar, encontrarse cada vez de más tarde en tarde para referir anécdotas huecas sobre aquellos buenos momentos, pero siempre enmarcados en la vaguedad, como si el contexto hubiese sido otro, y los lugares, y las cosas, y los protagonistas, todo, también.

¿Es necesario que el tiempo nos devore, a todos, que no queden rostros, ni rastro, ni un átomo siquiera de nosotros mismos?

Con buena voluntad estoy seguro, incluso, de que volveré a ser capaz de leer un libro.

14 noviembre, 2021

RUMBO A ALBACETE



De los miedos que inspira lo nuevo suele salir casi siempre una fortaleza mayor, una seguridad en uno mismo que, a la larga, acaban transformándose también en pura rutina.
Tu primer traslado a Albacete, la regularidad de los horarios, te obligaron a preguntar a unos y a otros, a cerciorarte en Información; a presentarte en el andén con casi cuarenta minutos de antelación y, sobre todo, a barajar un sin fin de hipótesis negativas que suelen crear en torno al aventurero novel un aura de nerviosismo e indecisión que lo identifican con el extraviado, con el diminuto extraño abrumado por las nuevas moles de acero y hormigón.
Las calles son simplemente calles, laberintos sin sentido en las que colgar visibles referencias de orientación. El mundo se restringe hasta límites insospechados (siempre entre círculos concéntricos, a veces tan reducidos) y puede acabar siendo un robado asiento de la sala de espera.
Se trata de una especie de estigma, visible en todo momento, que produce a los ya experimentados un sentimiento cómico, de conmiseración burlesca. A veces pueden incluso supurar compasión y hasta ternura..
La mayor parte de las veces uno trata de aferrase a un compañero (casual u obligatorio) que facilite los primeros pasos por el nuevo mundo uniformado. No desaparece el distintivo que lo marca, pero da mayor confianza y seguridad (aunque sólo aparente, pues los condicionales, las continuas interrogativas, no dejan de acompañar el traqueteo hasta llegar al destino. Entonces el soldado respira más tranquilo. Ha alcanzado la meta y como consuelo le queda un cuartel en medio de la nada y la convicción de que no importan los medios, sino el fin.
Salamanca

Diciembre de 1986

09 noviembre, 2021

ANA LUISA AMARAL

 Ana Luísa Amaral_discurso

XXX Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana


ANA LUISA AMARAL-DISCURSO

05 noviembre, 2021

ENFERMEDADES (RARAS)

 Al final

el destino ha sido benévolo

contigo y displicente

te ha dejado caer

en la nada

en el vacío

místico del sueño.

Peor hubiera sido que ese Dios

al que rezabas

te ciñera como

una enredadera de tallo voluble

o con una lanza fingidamente amorosa

perforara tu costado

mientras te llamaba

¡Hijo mío!

MANERAS RIMADAS DE MORIR

 

Despeñarse desde una

metáfora rocosa que mañana

todos verán en Instagram

con un ¡OH! de indiferencia

ante los bonitos cadáveres

del Telediario.

                                    ¡Qué ordinario

asombro el privado de aquellas

trágicas circunstancias, el

que no piensa en el resultado

final del poema!

Ni siquiera es puro

egoísmo , es uno

de esos dilemas que tiene

la torpeza notable de la estulticia

cuando los falsos poetas se asoman al banquete

de las opiniones de aquellos

que no se casan

sino con su propio dictamen.

29 octubre, 2021

AUSENCIAS II

© Julia Ferreira González
 Cierro el puño.

Abro la mano, los cinco dedos,

y en esa extraordinaria apertura

no veo ninguna violencia,

ningún desacierto, ninguna desgracia.

Pero tampoco me considero

más cerca del gesto cortés

y efusivo de querer aproximar

todos los lejanos versos

que podría acoger

en una palma desnuda

transparente y más justa.

 Fustigas los primeros versos

para que el poema rezume

emoción como las nalgas

de una adolescente o sus tibios

muslos y cuando por fin

una vocal redonda o dos

se sonrojan a punto de

llegar a la rima

culminante por excelencia,

las sombras

que te anidan en los párpados

dibujan una vida

hecha de indiferencias,

sin perversas inclinaciones,

sin repugnancia.

Aún así tienes

el favor de todo el alfabeto.

ESTE LADO DEL ESPEJO

 Ven, pasa

a este lado del espejo

y comparte

mis otras

vidas llenas de pasiones

desenfrenadas.

¿Has soñado

alguna vez con

el mismo mundo que yo?

La vida apenas ofrece

momentos de respiro.

¡Después sigue!

28 octubre, 2021

24 de Mayo

 Miro el calendario.

Hoy es veinticuatro de mayo.

Mañana será veinticinco de mayo.

Pasado mañana veintiséis de mayo.

Y en realidad lo que me apetece

es hablar con el pasado.


24/05/2021

Salamanca

 © Julia Ferreira González     

Desde aquellos primeros versos

en que tendí al sol mi

casi adolescencia las sílabas

puntualmente

acuden cada verano

como la semilla de un alarido.

¡Y no quiero que me visiten

de otra forma!

RELEYENDO ANTIGUOS POEMAS

Relees
antiguos poemas
y te gustan.
Te hacen sentir
bien y piensas
¡qué gran
poeta se están
perdiendo los demás!
¡Nada que oponer!
¡No es necesaria la fe
mientras los versos
sigan viniendo
como un rayo!

07 octubre, 2021

 Muéstrame un héroe

frente a un espigón fronterizo

y te escribiré una tragedia

de Scott Fitzgerald.

¡Los héroes por detrás

siempre acumulan desgracias!

Salamanca: 4-10-2021

Para Sinéad O'Connor 
¿Qué paraíso

te prometerán

ahora

que confiesan que sí

conociste el infierno?

Salamanca: 5-10-2021