Mi patria está en ti,
escondida
mi bandera en tus senos
y
en tu iris el himno silencioso
que
besa mi garganta.
Como
el aire no tienes fronteras
y
como la brisa viajo a tu capital
con
un pasaporte de susurros.
Eres
mi casa vieja, mi solar antiguo
al
que regreso desde todos los cardinales
porque
aún no hay norte que te posea
ni
sur que no te envidie.
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