Detrás de los cristales
me duele desde
antiguo
ver cómo te desnudas
sólo para entrar en
mi pupila
y a medias en la
distancia
encendemos un saludo
para evitar a los
labios
perseguir ingrávidos
discursos.
Mañana cumplo otra
disculpa
por no dejar de
verte.
El hombre sigue
siendo una piedra que
ríe
cuando llueve
y Beethoven no
significa nada.
19/05/1983
Salamanca
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