¡Yo nunca amé!
Soy un eterno regalo
para los ritos
de la ingenuidad
y un histórico acero
en la rutinaria
cópula
del placer sin
palabras.
29/01/1983
Salamanca
"La facilidad que tenemos de manipularnos a nosotros mismos para que no se tambaleen lo más mínimo los cimientos de nuestras creencias es un fenómeno fascinante". MURIEL BARBERY: La elegancia del erizo. Seix Barral, p. 117.
¡Yo nunca amé!
Soy un eterno regalo
para los ritos
de la ingenuidad
y un histórico acero
en la rutinaria
cópula
del placer sin
palabras.
29/01/1983
Salamanca
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