Ya nunca
sabré amarte
a solas,
París,
porque en vano
de entre el sueño
y la distancia
quise desterrar
los labios de la
muerte.
29/01/1983
Salamanca
"La facilidad que tenemos de manipularnos a nosotros mismos para que no se tambaleen lo más mínimo los cimientos de nuestras creencias es un fenómeno fascinante". MURIEL BARBERY: La elegancia del erizo. Seix Barral, p. 117.
Ya nunca
sabré amarte
a solas,
París,
porque en vano
de entre el sueño
y la distancia
quise desterrar
los labios de la
muerte.
29/01/1983
Salamanca
No hay comentarios:
Publicar un comentario