Para qué
encubrir tu nombre bajo los pechos
de un verso limado y sobrio
si entre el mar y la luna
te llamas Milagros de ojos verdes;
si un labio gratuito te da la imagen
y un susurro de sombras
reparte tu cuerpo en el aire
para que bese en silencio
la cópula desgarrada del tiempo y la prisa.
Mejor romper el ingenio
y de la desnudez de la palabra
vestir de azaleas la invocación
cuando el alba es una fuga
y ser de la noche y estar vivo
es poblar los manteles de estrellas.
12/01/1983
Salamanca
[Abecedario incompleto]
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