Si naciste una noche, sorprendida
tu piel por el rapto oblicuo
de las marismas, fueron mis labios
que de un agraz desgarro trajeron
hasta tu cuna mar, acalias y sol
para verte crecer en los laberintos de la luz
suspendida de mi identidad amarga
como un vuelo, mujer, de peregrinas sombras.
23/11/1982
Salamanca
[Abecedario incompleto]
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