Te busco sin sorpresa
y eres de noche y silencio.
Llevas las manos esperándome
de invierno afuera
y a fuerza de verte
caes en la mentira
de decir que desconozco
cuántos labios tiene el mar
y cómo llueven y destiñen
los temores y rotundos
"nada me obliga
y soy tu voz".
30/11/1982
Salamanca
[La piedra y el alba]
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