Ahora que me llama el sueño
persigo tus pasos.
Dentro de unos minutos
te vestirás de blanco
y cuando la luz
llame a mi ventana
será el momento
de que cierres los ojos.
Después, entre olivos y parras
te vislumbro despierta
para perderte unas horas
y encontrarte entre aguaceros
si se acerca tu voz remota
o sufrirte el silencio
de otros dos relojes
para sorprender otro anillo
que me haga la espera más corta.
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