En la consigna de tu paciencia
he dejado mi equipaje
y corrido desnudo por fronteras
donde me llaman fraternidad
y me siento extranjero
donde mi verbo cansado
es la sombra de un ayer
y los raíles que me llevan
un bohemio errante
a la embriaguez del recuerdo
abocado
y a etílicos senos prohibido.
De todo aquello que tuve
sólo el silencio me queda.
Soñando y soñando
he visitado muchos andenes
y nunca un tren esperó por mí.
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