Estas son
las horas
que vencen sobre mí
y aquellas que hicieron de la noche
el espasmo de la blasfemia
son mi mano detenida
sobre la duda de tu corazón.
"La facilidad que tenemos de manipularnos a nosotros mismos para que no se tambaleen lo más mínimo los cimientos de nuestras creencias es un fenómeno fascinante". MURIEL BARBERY: La elegancia del erizo. Seix Barral, p. 117.
Estas son
las horas
que vencen sobre mí
y aquellas que hicieron de la noche
el espasmo de la blasfemia
son mi mano detenida
sobre la duda de tu corazón.
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