Desterrado de los áticos placenteros,
mentido en la voz de
la hipocresía,
despreciado en el
esfuerzo…
¡Ilusos del polvillo
metálico!
El cuchillo de los
frustrados
aletea sobre las
buenas intenciones.
¡Vosotros
envejeceréis antes!
¡Yo aún puedo
esperar!
12/08/1984
Salamanca
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