Porque me sorprendí
las manos de renuncia
creí ver en la
exigencia callada
el derecho a ser
poeta
y entre unos versos
y la caricia del amor
supe que la muerte
viene todas las
tardes
y nunca me pidió
un labio desigual.
25/01/1983
Salamanca
"La facilidad que tenemos de manipularnos a nosotros mismos para que no se tambaleen lo más mínimo los cimientos de nuestras creencias es un fenómeno fascinante". MURIEL BARBERY: La elegancia del erizo. Seix Barral, p. 117.
Porque me sorprendí
las manos de renuncia
creí ver en la
exigencia callada
el derecho a ser
poeta
y entre unos versos
y la caricia del amor
supe que la muerte
viene todas las
tardes
y nunca me pidió
un labio desigual.
25/01/1983
Salamanca
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