Tú me has llenado
las manos de ambición
y hecho perseguir
de nuevo el sueño
por barriadas y
centros
de sensitiva espera.
Ven ahora,
inmortal y rauda,
al sacrificio de la
palabra
y riámonos juntos,
burlemos al hombre
con un verso vacío
donde descubra el
ritual
de un labio vano
y la voz tumultuosa
de siglos y desdenes.
25/01/1983
Salamanca
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