Oro,
la lluvia es un abrazo de tul
candeal.
Nueva
que con el viento visita tu ventana.
Tiempo
para colmar de flores tu pupila.
Explosión
y expande en aguacero tu piel.
Fruto
con otro labio personalmente tuyo.
Dame oro de
tus manos,
dame tiempo,
esperanza y veleros
y brindemos
el fruto
mi
dinastía
y
otro ayer
a los dioses
de la lechuza,
raros en el
cristal
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