Deja que descuelgue
de tus caderas
la invitación
al silencio
poniendo en tus labios
un digital murmullo.
Cuando despiertes
existirá entre tu piel
y mi núcleo una sinfonía
de tactos estrellados
un eléctrico preludio
de ilusión sin relojes
fantasías en re mayor
para un labio futuro
y un almendrado insistente.
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