¿Y el día
que te llevaron
a jugar con los peces
reñían las piedras
por abrazarte?
Yo te hubiera
mordido los ojos
para que la palabra y las escamas
no te hirieran
la imagen de este ritual.
"La facilidad que tenemos de manipularnos a nosotros mismos para que no se tambaleen lo más mínimo los cimientos de nuestras creencias es un fenómeno fascinante". MURIEL BARBERY: La elegancia del erizo. Seix Barral, p. 117.
¿Y el día
que te llevaron
a jugar con los peces
reñían las piedras
por abrazarte?
Yo te hubiera
mordido los ojos
para que la palabra y las escamas
no te hirieran
la imagen de este ritual.
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