Te quiero dolorida
y ahogada ladrando,
pero arroja de tu cuello
esa piedra
que me roe
el sueño y el alba.
"La facilidad que tenemos de manipularnos a nosotros mismos para que no se tambaleen lo más mínimo los cimientos de nuestras creencias es un fenómeno fascinante". MURIEL BARBERY: La elegancia del erizo. Seix Barral, p. 117.
Te quiero dolorida
y ahogada ladrando,
pero arroja de tu cuello
esa piedra
que me roe
el sueño y el alba.
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