Soy
pequeño
y sé que la grandeza existe.
Y cuando por fin descorro el velo
ya no pienso,
no hay nada que tenga nombre,
quizá fantasmas o el recuerdo
de haberlos soñado,
un todo-nada del capricho
y un nada de la conciencia.
Soy pequeño
y soy Dios
complacido, especulador
y a veces duermo
y ni soy divino
ni soy
otra palabra eterna.
29/09/1983
Salamanca
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