Todas las mañanas
Milagros limpia el polvo
de las sílabas
depositado sobre los muebles
pero la madera no renace
permanece ahí
sublime
en su forma
que en nada recuerda
al nogal que fue.
"La facilidad que tenemos de manipularnos a nosotros mismos para que no se tambaleen lo más mínimo los cimientos de nuestras creencias es un fenómeno fascinante". MURIEL BARBERY: La elegancia del erizo. Seix Barral, p. 117.
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