como un bancal abierto
al capricho de las estaciones.
Ahora llueve y no es otoño
y donde antes sólo había palabras
una manzana se ofrece
sin espinosas crueldades.
Voy a morder hasta
la última semilla de caoba
aunque sucumba al vacío
y sus rigurosas formas.
11-12-2017
Salamanca
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