Para Ana Mª Sánchez
Te pienso de piedra y herida
con una noche de
acuarelas a la espalda,
con una rosa de metal
en la voz
y no quiero
despertarte llorando.
Ponte ese vestido
blanco
que me gusta
y escríbeme una carta
de adiós
bajo el mar y con tu
pelo.
Mañana iré a verte
con el tiempo entre
los brazos
y serás la misma
nafra de rencor.
15/04/1983
Salamanca
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