Este verso es un
paisaje
en movimiento y los árboles
y las flores de la carne
abrazados se encaminan
vulnerables a una nueva estación.
Más allá, sin hojas, sin pétalos,
serán otro paisaje u otro poema,
otro modo obsesivo de practicar
la geobotánica obsesiva
y descubrir que en su interior
cada rama nueva es
una experiencia del acto
poético.
25/06/2019
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