no desaparece ni
con la lluvia.
A veces una luz
fugaz ilumina
mis ojos y una
voz lejana enardece
los cimientos de
mi casa como un
vendaval inquieta
el tronco de los abedules
pero sólo es viento
sólo es lluvia que
empalidece y apaga
otro enigma más.
28.02.2018
Salamanca
No hay comentarios:
Publicar un comentario