Desnudo en estas otras aguas
he creído tus
colmillos
morderme las lágrimas
y era el viento de la
niñez
que invocaba el
ritual
de las amapolas.
"La facilidad que tenemos de manipularnos a nosotros mismos para que no se tambaleen lo más mínimo los cimientos de nuestras creencias es un fenómeno fascinante". MURIEL BARBERY: La elegancia del erizo. Seix Barral, p. 117.
Desnudo en estas otras aguas
he creído tus
colmillos
morderme las lágrimas
y era el viento de la
niñez
que invocaba el
ritual
de las amapolas.
El día en que te vi besar
la vana pólvora del
anochecer,
supe
que también los suicidios
envejecen
y la muerte paciente
enciende otro cigarrillo
para dibujar coronas
en el corto plazo
de un beso circular.
Y aquellos
que, exhibiendo la consigna
de que no hay muerte en vano,
pusieron en tu saludo un cuchillo
y mandaron a la guerra tu palabra,
¿qué sienten cuando la noche
no es más que la sombra
que sucedió al valor?